El Palmeral: Entramos por un pórtico monumental. Todas las maderas son de teca de Bali. Aquí, las palmeras crecen al lado de los antiguos olivos y el césped ha dado paso a la arena. En el corazón de este pequeño palmeral, un quiosco de Bali llamado “cenador” o “gazébo” se presta al descanso.
En verano, apreciaréis bañaros en la pequeña fuente, o ducharos al amparo de un bosquete de bambúes. Sean los Budas, la cabeza de elefante o el jacuzzi, todo aquí inspira serenidad y relajación en la atmosfera intima de los colores orientales. 3 habitaciones: Samsara, Darjeeling y Nirvana.