El pabellón oriental y la piscina: en el recinto del castillo de Vallery, podréis descubrir un rincón de Oriente y aprovechar la intimidad del lugar: es el lugar perfecto para la víspera de una boda, un benei mitzvá o un almuerzo. En este pabellón mágico, los faroles proyectan sombras cinceladas por las arabescas sobre las paredes adornadas con pinturas orientales. El suave ruido de una fuente se une a la voluptuosidad de alfombras para que soñéis de las mil y una noches.
Aquí podréis saborear comida a la barbacoa, ensaladas, tajines, cuscuses otros platos marroquíes, mientras una bailarina del vientre os divertirá en la tarde.
Luego, podréis salir para soñar un poco en los perfumes de la rosalera, y aun perderos solos al borde del estanque bajo las estrellas de Borgoña.